11 de junio de 1937. Desde 1939 circulan sin valor alguno. Emisión del ayuntamiento. Horts del Llobregat, antes Sant Vicenç dels Horts. 3500 habitantes. Provincia de Barcelona. Billete azul de 50 céntimos. Existe también verde de 1 peseta. Imprenta del Centre Administratiu Municipal de Barcelona. 60×100 mm.

11 de junio de 1974. A pesar del enunciado seguían circulando. Al principio, recorté los ceros de los billetes de diez y veinte cruceiros y los fui pegando. Más adelante hicimos fotolitografías que se imprimieron. Así surgió Zero cruzeiro. Cildo Meireles. Brasil. Impresión en offset sobre papel. Ediciones ilimitadas. 6,5×15,5 cm.

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La pérdida de valor precipitó el dispen­dio, ridiculizó el ahorro, menospreció su posesión. La puesta en circulación de esta va­riopinta serie de papeles tuvo enorme trascendencia sobre las ideas y sobre la vida de los españoles a quienes tocó comprar, vender y traficar con dichos bonos. La inflación hizo crecer los precios y aumentar los gastos y todo a un ritmo vertiginoso, galo­pante. Las emisiones incontroladas hicieron el resto. La anarquía monetaria llegó a lo inenarrable.

Al igual que sucede con el Árvore do dinheiro, Zero cruceiro siempre corre el riesgo de que se le confunda con un comentario o una crítica a la inflación… con lo que se regionaliza la obra, se localiza, se limita su significado. En realidad, lo que me interesaba comentar era el abismo que hay entre el valor simbólico y el valor real. El valor de uso y el valor de cambio, cosa que en el arte es una operación continua, permanente.