PRPC
1936. Las milicias, junto a la cama donde murió la emperatriz Eugenia. Palacio de Liria. Madrid. UGT-JSU. Unión General de Trabajadores-Juventud Socialista Unificada. Fotografía extraída de la Oficina Informativa Española. Plata. 15 x 10 cm.
2006. Una reunión habitual de la PRPC, ¡no hay cama para tanta gente! Casa del Pumarejo. Sevilla. PRPC. Plataforma de Reflexión de Políticas Culturales. Fotografía extraída de los archivos compartidos de la red. Digital. 150 pp.
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Todos conocimos a estos “pseudo-intelectuales” españoles, reptiles venenosos y conociéndoles, nos atrevimos a tolerarles. Fueron los plañideros que templaban las cuerdas de sus arpas, para entonar unas veces, cantos al Señor de la Política y de la Actualidad, en busca de un acercamiento provechoso; otras, para amparar con autoridad artística, la felonía, la traición y el crimen. Se sintieron imprescindibles por inteligentes, aduladores profesionales, que se escondían en un mote de popularidad para mercantilizar sus dones, al amparo de amistades y compadrazgos, en honor de quienes entonaban flautescas canciones. Sus escritos repletos de preciosidades vanas y de perversas intenciones, sonaban a Arte, abarcando problemas capitales, estudiados artificiosamente, cuando no, adulterados con primor, para llevar, al ánimo de la juventud ya ignorante, ya pseudo-inteligente, bonituras de veneno, magníficamente expuestas, y concebidas al amparo de un deseo perverso, que en su día daría frutos.
En cuanto a la plataforma ésa, no es sino una extensión de las omniproductoras en Andalucía de todo lo que genere beneficio industrial en materia de “arte y pensamiento” (ejemplo, la unia o el caS, donde pellizcan a todo). Que la Biacs [1] les encargue la gestión o producción de algún programita –les ponga un dinero en su bolsillo– y la protesta se acaba. Ya va estando bien de darle credibilidad a este tipo de operaciones populistas de “antagonismo cultural” orquestadas y teledirigidas por grupos de intereses que no son sino tapaderas para orientar los flujos de capital hacia sus propias empresas interpuestas. Este video es bastante pobre, ¡ah! pero como es agitación ya es de puta madre… ¡por favor seamos serios! Este es el gran problema del “arte como crítica del arte” que al final es aún más endogámico que el propio arte que critica, y que como además es crítico pues se consiente que sea una mamarrachada, justificar el valor de algo en función de su (más que cuestionable) poder agitador (sobre todo cuando lo único que agita es al convencido) lleva a comulgar con ruedas de molino como esta. La Biacs es criticable como modelo pero el valor de las obras allí expuestas no es comparable al de esta broma privada para amigotes. Por otro lado me llama la atención que entre tanta critica fundamentada todo sea tan superficial, y en fin porque no decirlo… tan mezquino. Me parece que la cuestión no es baladí, más aún cuando las críticas han sido tan feroces, quizás haya sido así justo por eso.