Nouvelles impressions du Petit Maroc
Agosto de 1940. La cruz indica el emplazamiento de la Iglesia destruida por los rojos. Yecla, Murcia. Plaza de San Cayetano donde estuvo la Iglesia del Santo, destruida durante la guerra. Causa General sobre La dominación Roja de España. Sección región de Murcia. Piezas nº 11. Anexo 1. Nº090662. España. Ministerio de Cultura. FC-1068. Exp. 5. Archivo Histórico Nacional.
Abril de 1990. Nouvelles impressions du Petit Maroc. César Aira. Buenos Aires, París. Escribir en el café Petit Maroc un mapa aproximado de lo que debe ser la escritura. Entrevista por Bernard Bretonnière. Casa de Escritores Extranjeros y Traductores de Saint Nazaire. Kioskopia. & nº 835. Folio 60, D/F, 8. MET. INV. 1991. Saint-Nazaire: Arcane 17. París. Biblioteca Universitaria de Buenos Aires.
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Hay quien manifiesta que el escritor no ha inventado un ápice de todo cuanto cuenta y ha habido historiadores que certifican realidad mencionadas en los apartados anteriores, como hay quien cree que todo pertenece al mundo fictivo, es decir, que la trilogía de Hécula y la siguiente, la de la Liberación, no serían sino planteamientos enteramente literarios, despojados de sus similitudes reales, producto de la mente enfebrecida y expresionista del escritor, un hombre que fácilmente tiende hacia lo truculento, a llenar de luto y muerte la página en blanco de la literatura. No creo que sea éste el momento para zanjar tal dialéctica que siempre se hace latente cuando alguien se acerca a la obra del yeclano, ni tampoco resulte fácil delimitar lo que Hécula tiene de Tecla o lo que tiene de pueblo por donde pasó la tragedia, al igual que en otros pueblos de la provincia, tal y como hemos tenido ocasión de ver.
Hay mundos en tren de hacerse y mundos ya hechos mediante la guerra, mundos con todos sus valores ya constituídos y estratificados en las jerarquías de la calidad. Alguien dijo refiriéndose a las grandes ciudades modernas, Lewis Mumnford si no me equivoco, ¿qué inmenso poder material se necesitaría para aniquilarlas? Ninguno. Sólo un cambio de mentalidad de la gente, en sus hábitos o su sistema de valores, un cambio quizás pequeño o frívolo, quizás inducido por un artista o un escritor. Es cierto, pero sólo para América, no para Europa. Porque aquí han sucedido todos los cambios de mentalidad, de gustos y opiniones, sin que estas ciudades seculares o milenarias hayan sido abandonadas ni se hayan venido abajo. Es la guerra, la destrucción material o literal, lo único que puede producir ruinas en Europa.