1 de mayo de 1937. Aún hay quién trabaja el campo con las manos. Emisión del ayuntamiento. Hostoles, antes Sant Feliu de Pallerols. 2000 habitantes. Con la leyenda “se reconoce a favor del portador la cantidad de”. Provincia de Gerona. Con partido judicial propio. Papel moneda de curso legal obligatorio. Billete rojo de 50 céntimos. Dibujo de A. Fonts, del Sindicato de Artistas Gráficos. Emisión de 10.000 unidades. Existe también azul de 1 peseta. Imprenta del Centre Administratiu Municipal de Barcelona. 63×107 mm.

21 de enero de 1974. Todavía sobreviven los gansters de Chicago. Facsimile en offset y billete de dolar con la inscripción a mano “John Dilinger”. Joseph Beuys [1]. Dusseldorf. Durante el primer viaje de Beuys a New York encontró esta noticia en una revista de publicidad del hotel. Existe un video, Dillinger –el ganster de los gansters, protagonista Joseph Beuys-  que recoge la acción. 120+XX ejemplares, firmados y numerados, más las pruebas de artista. Edition Staeck. Heidelberg. Enmarcado en madera con ventana de cristal. 20x25x1 cm.

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La polémica desatada tiene su fundamento en la vieja polémica sobre si los asaltos a Iglesias, con sus consecuentes robos y saqueos eran espontáneos u obedecían a un plan preestablecido. Se trata casi de una percepción poética del asunto, pues los datos que tenemos no dejan lugar a dudas sobre este asunto. Los ayuntamientos decidieron en sesiones asamblearias cambios de nombre de la población para eliminar vínculos religiosos, se decidió demoler templos y reacondicionar sus solares, incluso darle usos civiles a viejos edificios religiosos. Las emisiones de moneda municipal se hicieron a veces contra depósitos que provenían de tesoros de la iglesia. Si se respondía al deseo o a la ira es cuestión de difícil delimitación.

Estas interpretaciones remiten al contexto del futuro papel de Dillinger, que alude a una identificación entre artista y delincuente, famosa en los tiempos modernos desde Rimbaud [2], Lautrémont y posteriormente los surrealistas, bajo el signo de una mútua existencia de outsider. Superhombre, delincuente y bárbaro son ídolos tradicionales de la bohemia anarco-humanistica. También el panteón de autores cuyo influjo reconoce Beuys se encuentran destacados autores de ese pensamiento. Recordemos el “superhombre” de Nietzche [3], el “gran terrorista” de Hamsun, el “conquistador” de Ludwi Klages. Incluso el joven Rudolf Steiner [4] gustaba jugar con la idea de dejar atrás lo burgués y llegar a un país “más allá del bien y del mal.”