TESAURO

CRONOLOGÍA

ARCHIVO F.X.

MÁQUINA P.H.

LA INTERNACIONAL

PEDRO G. ROMERO

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La Fiambrera Obrera

1936. Un grupo de milicianos nos saludan. Milicianos socialistas, pistola al cinto y puño en alto. En el palacio Episcopal. Madrid. Milicias Socialistas. Archivos fotográficos de Ediciones Españolas S. A. / Editorial Católica.

 

2002. Una reunión de fiambreras por el barrio. Protagonistas de la acción directa. En el barrio de Lavapiés. Madrid. Fiambrera Obrera. Ediciones Universidad de Salamanca / Centro de Fotografía de la Universidad de Salamanca.

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Los ocupantes del palacio Episcopal acompañan a un pariente del portero de la iglesia, gracias al cual se consigue poner a salvo algunos objetos de valor y evitar que se cometan desmanes importantes. La profanación más escandalosa se comete con una imagen del Niño Jesús. Unos milicianos la arrancan de su altar y en el pórtico, de cara a la calle, visten al Niño Jesús de miliciano, le ponen en las manos una pistola de las llamadas de tambor y le cuelgan un cartel que dice «Antes era fascista: ahora me he hecho comunista». Durante todo el mes de agosto permanecerá la imagen profanada a la vista del público. El Gobierno aprovechará el relativo buen estado en que se hallaba el templo para mostrarlo a los extranjeros como prueba de que la España roja no persigue a la religión.

 

Nuestra área de investigación y censo pétreos, acosada por estos y otros interrogantes, decidió ponerse «manos a la obra» y elaborar un estudio, un censo, de la situación de nuestra población pétrea parada. El campo que se abría ante nosotros prometía ser fértil, aparecían nuevas cuestiones: ¿cuántas de las virtudes de nuestros parados de piedra podrían ser puestas hoy en práctica? ¿Cuánto ganaría la violetera? ¿Se presentaría a una oposición de funcionaria de prisiones? ¿El santo montaría una oenegé, conseguiría fondos? Los transeúntes se paraban frente a las estatuas, muchos por vez primera, y tenían sus intercambios de parado a parado. Menos mal que nuestra área de investigación y censo pétreos se había tomado el trabajo de señalar la urgencia del asunto y tomar medidas para, habiendo sondeado las aptitudes y disponibilidades de nuestros parados pétreos, encontrarles un trabajito aunque fuera basura.