Desde 25 de julio al 27 de septiembre de 1936. Crucifijo roto y acuchillado en la cara y pecho, aproximadamente del siglo XVII, horriblemente mutilado. Colegio de Doncellas Nobles. Toledo.

Desde 25 de julio al 27 de septiembre de 1931. Dedo gordo del pie con la uña rota y el pedicuro sangrante. Fotografías de Boiffard. Sobre las articulaciones y su anatomía. Minotaure. París.

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Bajeza y felonía. En él ahincaron sus plantas, profanándolo con escrupulosidad. ¿Dónde están las manos y los pies para enseñar su herida sangrante? Cristo mutilado, reducido a cómico muñón por una casta de impotentes.

A menudo, se somete al pie humano a suplicios grotescos que lo convierten en deforme y raquítico. Se le condena absurdamente a callos, durezas y juanetes; y si tenemos en cuenta usos que únicamente están en vías de extinción, a la suciedad más repugnante: la expresión “tienes las manos sucias como sólo están los pies”, estaba aún en uso en el siglo XVII.

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Las ilustraciones de estos libros que con la mejor intención se están poniendo en circulación, tienen que tener, después de nuestra Victoria, algunas consideraciones. Hay que refinar y enfriar las ilustraciones e intentar que no sean tan explícitas, puesto que aunque la intención sea la mejor, estas imágenes desfiguradas y santos profanados, pueden, como con la pornografía, despertar los bajos instintos y las más bajas pasiones. Convendría, entonces, a nuestras misiones moderar el tono, también de lo escrito, y reducir el número de ilustraciones precisamente a aquellas más conocidas o recurriendo a las imágenes titulares que en su día fueron atacadas.

En cierto momento, los libros válidos del Surrealismo, dejaron de ser ilustrados por dibujos, sin embargo, las fotografías que realizó Jaques-André Boiffard, Breton las encuentra “muertas y desilusionantes” Boiffard le responderá el 26 de noviembre de 1928, dirigiéndole “una carta de ruptura definitiva, que sin duda alguna, estigmatiza el fracaso de esta tentativa de colocar la ilustración fotográfica en primer plano. Sin embargo, Thérond no menciona la “verdadera” causa de su separación del movimiento, es decir, las tomas fotográficas que le hizo a Simone Kahn, su primera esposa.