TESAURO

CRONOLOGÍA

ARCHIVO F.X.

MÁQUINA P.H.

LA INTERNACIONAL

PEDRO G. ROMERO

A

B

C

D

E

F

G

H

I

J

K

L

M

N

O

P

Q

R

S

T

U

V

W

X

Y

Z

#

George Grosz

Octubre de 1936. Talla de madera que representa un santo franciscano, mutilada y vejada. Antonio Montero. Historia de la Persecución religiosa en España. Convento de las Hermanas de la Concepción. Oropesa. Toledo.

 

Octubre de 1933. Retrato agigantado del Bolchevique cultural número uno a su salida de Alemanía. George Grosz. Un pequeño Sí y un gran No. Exposición de La Nueva Objetividad, Drawing. Nueva York. Estados Unidos.

______________________

La cabeza de uno de los padres franciscos se nos presenta ante nuestros ojos dolorosamente mutilada.

 

El rostro de la clase dominante, no sólo es un retrato, la sociedad mutilada de nuestros días.

______________________

Es uno de los matices más característicos que acompañan la pérdida y destrucción del tesoro artístico de Oropesa, de Toledo: esta metodizada ratería de personajes y personajillos oficiales, desde el Presidente del Consejo de ministros al último comisario, en pugilato con el pillaje desenfrenado de milicianos y mujerzuelas acompañantes. Los Comités se erigen en requisadores de objetos artísticos y desvalijan iglesias y conventos, acumulando los frutos de su acarreo en locales convertidos en alcancías. ¿Cuánto se pierde sólo en estas operaciones de trasiego? Ni se sabe ni se sabrá nunca con exactitud. Faltan documentos e inventarios completos y clasificaciones metódicas. Los sacerdotes que pudieran aportar datos de lo que contenían sus iglesias han sido todos asesinados. Las religiosas, depositarias de una gran parte de los valores artísticos mobiliarios y de orfebrería de Toledo, se habían preocupado principalmente de la vida ascética, sin parar la atención en lo que valen las cosas fuera del orden espiritual. Únicamente viendo la cantidad de joyas artísticas que aún subsisten en las iglesias y conventos, puede pensarse en la fabulosa valoración de lo desaparecido.

 

¿Cómo consigue el artista, en la actualidad, adquirir prestigio entre la burguesía? Mediante el fraude. Comenzando por lo general a partir de una existencia proletaria, malviviendo en un inmundo estudio, pero provisto de una inconsciente y admirable capacidad de adaptación para escalar puestos hacia «arriba», pronto logra encontrar algún influyente cacique que le «hace», es decir, que le allana el camino en el mercado de capitales. De vez en cuando cruza este camino un mecenas que se digna concederle una cantidad mensual a cambio de robarle todo cuanto produce, o bien queda a merced de un marchante capaz de despertar en el coleccionista burgués deseos de comprar lo que sea. Todo ello, claro está, utilizando sin cesar la terminología de moda que la coyuntura exige en cada momento. A este fin se echa mano de todos los seculares requisitos inherentes al fraude de divinidades y santones, se invoca sin descanso lo cósmico y metafísico, y se hacen sonar a plenos pulmones las trompetas de la eternidad. Tras las bambalinas se aparenta un cínico ajetreo de cara a los iniciados («donde no estás tú, organista, enmudecen las flautas»), mientras que hacia fuera se finge con gesto sacerdotal el fomento del arte: es el consabido culto a la estrella. Así lo exige el sistema, y el negocio sigue floreciendo. En cuanto a los propios artistas, tan engreídos o abstraídos, que atribuyen su aventajada posición al hecho de no componérselas con la vida, con el mundo.