Fernando Arrabal
Agosto de 1939. Cabeza de San Pedro. Iglesia del Carmen. Murcia. La iglesia fue transformada en almacén de aviación. Depositada en el Museo de Bellas Artes. Consejería de Cultura y Turismo. Comunidad Autónoma de la Región. Museo de Bellas Artes de Murcia.
Octubre de 1997. Cabeza de Fernando Arrabal. Colegio Español. Melilla. Teatro completo, en dos volúmenes. Introducciones y Bibliografía a cargo de Francisco Torres Monreal. Cuaderno de Fotografías. Coedición Ayuntamiento de Melilla-Espasa Calpe, Madrid. Ciudad Autónoma de Melilla.
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Y llevando a rastras con infernal algaraza aquel triste cadáver abotargado, deformado por tantas mutilaciones, por tantos pinchazos y golpes, cubierto de sangre y de polvo, la multitud atraviesa todas las arterias principales de la capital: la Platería, la Plaza de Belluga, la Explanada del Arenal, el Puente Viejo, la Alameda de Colón, Floridablanca, hasta llegar al otro extremo de la ciudad, a la Iglesia del Carmen, en el Barrio de este nombre; a la que había sido su Parroquia. Y allí aquel mísero despojo humano es cubierto con una sotana vieja, que aún quedaba por algún ignorado rincón de la sacristía e izado en el balconcillo, que hay sobre la puerta de la Capilla, que llaman la Portería, para que sea visto por todos y todos se puedan escarnecer con más comodidad. Finalmente, porque alguna vez había que terminar el bárbaro festejo, es cortada la cuerda que sostenía pendiente el cuerpo; y éste cae a tierra convertido en una masa informe y sanguinolenta, a la que prenden fuego y que tiene que ser recogida por los bomberos.
No puedo explicarte lo que es el mono, aunque me lo pides. Es inexplicable e inconcebible para quien no se lo ha apechugado. Es la tortura y el castigo hechos a la medida de la infamia del vicio. La nariz se te forra de murciélagos. Te salen litros de moquillo líquido que sabe a rayos. La saliva te llena la boca de un caldo de orín fermentado con ácido sulfúrico. Todo te duele con diez tanques. Los riñones se te infestan de ratas que te carcomen los nervios. En las articulaciones de las rodillas, de las muñecas, de los codos, de los tobillos, para qué contarte? En cuanto te mueves y en cuanto no te mueves… da igual… Se te mete la cremallera de pinchos para arriba y para abajo. Se te ponen los nervios de rejones. Tienes un cabreo de sesión continua. La cabeza cencerrea y se te rompe la crisma erre que erre. El insomnio te encapota 24 horas por día. Ni soñar con dormir. Las noches son peores que los días, y viceversa. Se me olvidaba decirte que los ojos se te salpimentan solos y con chile negro. Lagrimeas vinagre y bilis sin poder llorar. Desde la punta de la cebolleta hasta la campana de la molondra se te pone la carne de gallina sin necesidad de condiciones atmosféricas.