Documenta de Kassel
1937. Alumnos de la Escuela de Bellas Artes en el taller en que ejecutan los originales de la propaganda en defensa del Tesoro Artístico, el 22 de junio del año en curso. Madrid. Archivo, Museo Nacional del Prado. Junta de Defensa del tesoro Artístico, Aurelio Pérez Rioja, positivo original de época, 12×16 cm.
2002. Algunos de los participantes en proyectos colaborativos de Documenta paran agotados para tomar un sándwich y descansar. Kassel. Press Service. Catrin Seefranz.The Documenta und Museum Fridericianum Veranstaltungs-GmbH, the City of Kassel and the State of Hesse. Archivo vía web-mail. 70 pp.
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Un numeroso grupo de jóvenes estudiantes de las clases de dibujo y pintura dedicaron largas horas a esta labor, hasta que tuvieron que interrumpirla para marchar a incorporarse a los frentes de lucha, donde ya algunos de ellos han perdido la vida. La mayor parte de aquellos carteles, ejemplares únicos trazados en muchos casos con admirable acierto de forma y expresión se gastaron y destruyeron, bajo la luz y la lluvia, en las paredes en que sus mismos autores los fijaban. Tan pronto como fue posible, la Junta del Tesoro Artístico continuó y desarrolló esta iniciativa con carteles que han aparecido en las calles de todos los pueblos, exaltando la estimación de las obras de arte y de todo objeto de valor histórico. ¿Qué respeto podía pedirse a pobres gentes criadas en la miseria y la ignorancia hacia unos libros que no sabían leer, ni hacia unos muebles, vajillas y ornamentos que nunca pudieron disfrutar? El pueblo acepta, sin embargo, con admiración y humildad, las indicaciones que se le comunican sobre el valor e importancia de estas obras, y, sobre todo, sabe responder a sentimientos de solidaridad respecto al esfuerzo de los antiguos menestrales que colaboraron en la ejecución de tales trabajos.
Es igualmente notorio el hecho de que en las culturas no-occidentales el arte contemporáneo exista desde hace poco tiempo y sea en realidad un fenómeno secundario, en el mejor de los casos un fenómeno de la acelerada aculturación y sincretismo cultural en las gigantescas metrópolis, en el peor de ellos, la presión de reavivar el mercado y aumentar las ganancias en occidente. Por el momento el arte contemporáneo no-occidental si quiere ser relevante, expresivo y radical, se sirve sobre todo de la música, la palabra (teatro y literatura) y el cine, todas ellas formas de estrategias emancipadoras. Las razones son de diversa índole, tradiciones interrumpidas o brutalmente extinguidas juegan aquí un papel igualmente importante que la variedad de formaciones culturales resultante de la historia de la colonización y descolonización o el acceso directo o indirecto a la modernidad occidental que le fuera posibilitado a determinados pueblos durante esta época.