TESAURO

CRONOLOGÍA

ARCHIVO F.X.

MÁQUINA P.H.

LA INTERNACIONAL

PEDRO G. ROMERO

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Arquitectura China Uno

8 de septiembre de 1936. Interior después del incendio. Ermita de Nuestro Padre Jesús de la Cañada o de la Fuensanta. Morón de la Frontera. Sevilla. Durante los sucesos revolucionarios fue incendiada, destruyéndose las cubiertas principales. Visita de la Junta de Cultura Histórica y Tesoro Artístico. Fotografía Antonio Sancho.

 

9 de noviembre de 1975. Interior de la fábrica con un dibujo geométrico que planifica el corte. Sesto San Giovanni. Área de la OSVA. Milán. Fábrica ocupada por miembros del Circulo Proletario Giovanile y de Lotta Continua. Colección Galería Salvatore Ala. Tinta y lápiz sobre fotografía en blanco y negro. Gordon Matta-Clark [1].

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El día 20, las noticias eran que el golpe había triunfado en Sevilla. La voluntad de los trabajadores quería doblegarse. Se mató a algunos facciosos y se destruyeron edificios de la Iglesia. Uno de los templos incendiados, la ermita de Jesús, fue ocupado para atender la llegada de gentes que huían de los golpistas desde El Arahal, Paradas y Marchena. Llegaban cansados y heridos. Las mujeres más jóvenes y los niños trasnocharon en el ruinoso edificio. La veleta caída se dibujaba invertida sobre el techo del templo y así los mandábamos allí, a los que eran forasteros, con esa clave, “a la casa de la veleta del revés”. El día 25 las tropas rebeldes y el requeté acechaban Morón y se pidió, muy de madrugada, desalojar la ermita y huir siguiendo la cañada.

 

Ala consiguió que Gordon pudiera trabajar en una fábrica abandonada en un barrio pobre de Milán. Mientras tanto un grupo de jóvenes miembros del partido comunista tomó la fábrica, y existe una ley según la cual si un edificio está ocupado –supongo que es una ley squatter- éste no puede ser demolido. Era realmente un grupo de críos, de unos 15 ó 17 años. Y lo que querían era que el edificio se utilizara como centro de atención y salud para el barrio. Gordon les propuso cortar un arco del triunfo atravesando el edificio para dar publicidad a su postura. De algún modo las autoridades se enteraron de lo que iba a hacer y, el día antes de la realización del corte, hicieron una redada con el falso motivo de tenencia de drogas y echaron a todo el mundo.