Appunti per un'Orestiade africana
Octubre de 1936. Visita de Juan López. Patio del Convento de San Antonio. Murcia. Sede del Cuartel de Pioneros y del Partido Comunista. Secretaría Comunista, sección femenina. Cuartel provisional de la Columna Anarquista de Murcia. Almacén de Intendencia. Fotografía Avilés. Consejería de Cultura y Turismo. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Museo de Bellas Artes de Murcia.
Octubre de 1970. Pasolini en pleno debate. Appunti per un’Orestiade africana. Universidad de Roma “La Sapienzia”. Pier Paolo Pasolini [1]. Sede de la Asociación de Estudiantes Africanos. Gato Barbieri Quarter. Archie Savage e Ivonne Murray. Cineforum de Bolonia. Fotografía: Giorgio Pelloni, Mario Bagnato, Emore Galeassi. Producción, Gian Vittorio Baldi, Il Film dell’Orso, IDI Cinematografía. Italia.
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La genealogía política y sociológica de la represión republicana se mostró con toda claridad; fueron el escenario de ocupaciones de fincas que remitían a febrero de 1936, de la incautación de fábricas conserveras desde el mismo Octubre de 1934, del asesinato selectivo de dirigentes de la oposición conservadora-derechista tras la paramilitarización sindical de julio de 1936, de una persecución religiosa sin precedentes en nuestra era contemporánea, de la depuración universitaria de no afectos al Frente Popular, de la censura gubernamental de toda manifestación cultural católica-tradicional, de ataques y cierres de la prensa conservadora (La Verdad sufrió decenas de ataques y tres cierres desde marzo de 1931 a julio de 1936), de la proliferación de la “justicia popular” directa y de la parcialidad ideológica de los Tribunales Populares. Cuando en octubre de 1936, durante un mitin cenetista organizado en Murcia (dónde intervino Federica Montseny), el primer ministro de Justicia en el gabinete de Largo Caballero, el bullense Juan López mostraba a las claras el objetivo declarado de uno de los integrantes del gobernante FP: “Ya no tenemos burguesía, y si la hay, la tenemos que exterminar”.
Parece haber algo que se escapa en el filme, que está siempre desplazado de su sentido o lugar original, no solo en el caso de la representación de la transformación de las Furias en Euménides, sino también en la representación de cualquier elemento o personaje. Se habla siempre de Grecia antigua a partir de África y de África a partir de Grecia, es decir, se ve siempre África desde el punto de vista del texto griego y a partir de las imágenes de África se intenta actualizar Grecia, no pudiendo acceder ni a uno ni a otra. No obstante el filme integra esta imposibilidad al incorporar esta forma de notas y los comentarios de los estudiantes africanos de la Universidad de Roma. Los estudiantes cuestionan el planteamiento de Pasolini, tanto por que el cineasta ve África como un todo unitario, como por el hecho de usar un texto europeo para hablar de la historia de África. De esta manera el filme parece afirmar que la única posibilidad de filmar una adaptación de la Orestíada de Esquilo ambientada en el África poscolonial pasa por integrar la crítica de su propósito.