TESAURO

CRONOLOGÍA

ARCHIVO F.X.

MÁQUINA P.H.

LA INTERNACIONAL

PEDRO G. ROMERO

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Anna Boghiguian

Agosto de 1936. El muro no soporto el fuego y las posteriores humedades. Virgen de la Aurora. Capilla del Rosario. Convento e Iglesia de Santo Domingo. Murcia. Convertida en garaje del Sindicato de Transportes de la UGT, La Veloz. Cuartel del Cuerpo del Tren. Consejería de Cultura y Turismo. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Museo de Bellas Artes de Murcia.

 

Enero de 2003. Dibujos a carbón y aguada arrastrados sobre el papel.  Viaje a Egipto. Anna Boghiguian. Representaciones Árabes Contemporáneas. El Cairo. Una serie de viñetas sobre la agitada vida de El Cairo, una visión alegórica nada conformista. Tamáss. Arteleku e Unia arteypensamiento. Witte de With [1], Rotterdam. Fundació Antoni Tàpies. Barcelona. Centro José Guerrero. Granada.

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Como puede observarse por el Listado. Reordenación del espacio arquitectónico, las necesidades impuestas por la guerra (para con los heridos, refugiados, milicias, justicia, transportes, etc.) dominaron las nuevas atribuciones asignadas a las construcciones que en ella se señalan. No obstante, también es obvio el carácter marcadamente político que acompañó a algunas de estas innovaciones. Bien porque habían sido objeto, primeramente, de una incautación que pudo ir o no acompañada de violencia (desalojo de los antiguos dueños detentadores de la propiedad de las mismas, huida y abandono de éstos por miedo a la violencia física-represiva…), bien porque en definitiva, estos edificios pasarían a ser utilizados por organizaciones políticas específicas para las que se supone un triunfo ideológico-político este cambio, no solo de propiedad, también de finalidad, con lo que ello conllevaba de asunción de un nuevo poder. Así, Santo Domingo fue ampliamente usado como centro de la logística de transportes, con los conductores de La Veloz y los del sindicato de ferroviarios.

 

En realidad, la idea falsa de modernidad que caracteriza a sus responsables políticos, que de manera intensiva están tratando de dar una imagen de mejorar y arreglar la ciudad (tratando con ello de ganar una legitimidad ante la población de la que carecen por completo, a la vez de que se sienten así más próximos a sus modernos aliados occidentales) no está consiguiendo más que perjudicar, por medio del mal gusto y el descontrol en el enorme negocio de la construcción, el inmenso patrimonio artístico y urbanístico de esta ciudad, que es un libro abierto de su historia, y transformar los usos de consumo, ocio y sociabilización de los cairotas. En realidad, el profundo déficit de democratización castiga en primera instancia a sus ciudadanos, pero también está poniendo en peligro a una de las ciudades más fascinantes del mundo. La simpatía, hospitalidad y vivo ingenio de los cairotas son el verdadero pilar que la preserva.