TESAURO

CRONOLOGÍA

ARCHIVO F.X.

MÁQUINA P.H.

LA INTERNACIONAL

PEDRO G. ROMERO

A

B

C

D

E

F

G

H

I

J

K

L

M

N

O

P

Q

R

S

T

U

V

W

X

Y

Z

#

Alfred Kubin

Capilla de Can Batlló, de la antigua Iglesia de San Rafael. Olot. La Garrotxa. Gerona.  Relieve de la fachada tiroteado en julio de 1936. La capilla fue usada como almacen de material de construcción. En la fotografía, realizada recientemente, todavía pueden verse los desperfectos.

 

El informe de restauración desaconseja la recuperación de las figuras en relieve que fueron descascarilladas por impacto de balines y balas –aunque se señala que algunos de las trazos parece más propio del impacto de piedras o contundentes objetos metálicos. Se recomienda que se sustituya la pieza –sin ningún valor histórico ni artístico- por un bajo relieve seriado que bien pudiera encargarse en alguna de las empresas locales de imaginería industrial.

______________________

En mis dibujos suelo preferir los trazos a otros procedimientos gráficos pese a que tanto la litografía como el fotograbado producen resultados muy bellos. Lo que ocurre es que esas dos técnicas no pueden utilizarse en las cajas de imprenta. Ciertamente, ¡de qué sirve el progreso técnico si no nos esmeramos en la tarea! Utilizar los mismos clichés tras la tercera edición da copias horribles, por mucho que los resultados anteriores fueran magníficos, como ocurrió en mi novela Die andere Seite.

 

Can Batlló, que había resistido tantos envites históricos –no olvidemos su ocupación durante la última guerra civil española- no pudo con la presión urbanística del desarrollismo, ese mal que azotó a Cataluña desde finales de los años 50. El derribo de la mansión para construir unos vulgares bloques de piso es inexplicable para los transeúntes de la calle San Rafael, excepto que sepan de los muchos untes económico que por aquellos años recibían los ayuntamientos. El espejo de toda esta operación llevada a cabo por quien hiciera la labor de la concejalía de urbanismo, queda reflejado en la capilla de la misma casa, la capilla de San Rafael. Sabemos que durante su expropiación fue habilitada para almacenar materiales de tipo constructivo. Quizás esa familiaridad con arenas y cementos, con piquetas de derribo y andamios de elevación parase la fiebre especuladora de los siempre ávidos empresarios del sector de la construcción.

______________________

Lo que pueden ver nuestros ojos parece, por momentos, una confirmación del pasaje bíblico que se representa. El ábside de la fachada decorado con demacradas figuras, personajes desfigurados en holocausto. El tiroteo ha dejado sin rostro la figura alada del Arcángel Rafael que parece ahora un pajarraco. Otras balas han destruido los rostros de la familia de Tobías. La tierra definitivamente se ha adueñado de sus rostros tal y como se relata en el santo libro: “Pues yo soy Rafael Ángel, uno de los siete que asistimos ante el señor”. Al oir, turbaronse y temblando cayeron en tierra sobre sus rostros. Más el Ángel les dijo: “paz sea a vosotros, no temais. Pues que cuando estaba con vosotros estaba, estaba por voluntad de Dios. Bendecidle a El y cantadle. Parecía, sí, que comía y bebía con vosotros, más yo uso de un manjar invisible y de una bebida que no puede ser vista por los hombres. Tiempo es ya de que me vuelva a Aquel que me envió; vosotros pues bendecid a dios y contad todas sus maravillas”. Y diciendo esto desapareció de su vista y ya no le vieron más. Y quedaron postrados en tierra sobre su rostro por tres horas bendiciendo a Dios. Y levantáronse y contaron todas aquellas maravillas.”

 

En la ciudad se repartían octavillas que anunciaban una nueva catástrofe: el gran Templo se había hundido en el lago, según afirmaban varios monjes. Se suponía que los cimientos habían sucumbido finalmente a los efectos de una larga erosión, que culminó cuando cedieron los bancos de arena blanda. Algunos sacerdotes se ahogaron mientras cantaban sus himnos. La muerte debió haberles cogido totalmente de sorpresa, pues sus trompetas aún seguían sonando cunado el edificio se hallaba sumergido en el agua hasta la mitad. Todo había ocurrido con gran celeridad; las pesadas paredes de mármol se hundieron sin desmoronarse. Los pocos monjes que lograron escapar con vida sólo se percataron del peligro por el ruido que hacía el agua al infiltrarse a través de los vitrales. Su extraordinaria gordura les permitió flotar fácilmente, pudiendo salvarse a nado. Las luces, aún encendidas, siguieron iluminando bajo el agua los ventanales del Templo, que centelleaban como los ojos de legendarios monstruos marinos. Lentamente se fueron apagando una tras otra; ya sólo brillaban las cúpulas plateadas y doradas que, por último, también fueron absorbidas por el ávido remolino. Las olas sólo llevaron a la orilla el cadáver del venerable sumo sacerdote; los demás hallaron sepultura en el fondo del lago de los sueños. Todos lamentaban la pérdida de los fabulosos tesoros que se habían hundido para siempre. Yo fui uno de los primeros en hacerlo, ya que nunca pude admirar con mis propios ojos aquellas maravillas. Los animales grandes ya habían desaparecido por completo. Este hecho acarreó un gravísimo inconveniente que, sin embargo, la gente no había previsto. ¿Con qué podría calmar su hambre a partir de entonces? Los rebaños y las plagas de insectos habían devastado campos y jardines. Todas las provisiones se pudrían al instante, incluidos los huevos y la carne salada o ahumada. La amenaza de una plaga de hambre era inminente. Entonces dos monjas nor-alemanas hicieron una propuesta de orden práctico. Una de ellas había estudiado química y efectuado una serie de ingeniosos experimentos que, en su opinión, se habían revelado positivos. Las dos se proponían purificar, mediante un procedimiento secreto, los montones de peces muertos que el Negro arrojaba a sus orillas, convirtiéndose así en comestibles. Pese a su buena voluntad, las dos monjas recibieron en pago la más negra de las ingratitudes: fueron linchadas por la plebe enardecida.

______________________

Església de Sant Rafael. El juliol de 1936 no és incendiada. Es destruíren, però, diversos objetes. S’hi instatal.laren les oficines i els magatzems d’oficis relacionats amb la construcció i adequació d’habitatges.

 

Crepúsculo. Zwickledt después de 1945. La guerra no respetó tampoco el alejado Zwickledt. El fuego de la artillería americana mató a tres personas y daño la casa. En esos agitados días, en un acto de liberación de Kubin, surgieron las ilustraciones a los cuentos en prosa de Trakl.

______________________

Y el mismo día autorizaba al departamento de hacienda para imponer una contribución especial de guerra, en tanto se confeccionase un repartimiento extraordinario para gastos; se disponía el asalto de la casa Batlló para cuartel de milicianos alpinos; se iniciaba la usurpación de la administración de la propiedad urbana, y a una petición de que se gestionara que fuesen juzgados los detenidos en la cárcel, el Departamento de Defensa quedaba encargado de enterarse de la situación en que cada uno se hallaba.

 

Leer un Kubin más urbano, casi burocrático cuando, por el contrario, se enfrenta al lirismo renovado de Georg Trakl, la tarde cambia de imagen y sentido: El dibujo de una sombra que arrastra figuraciones y atraviesa el espacio de una celda vacía.

______________________

Los postreros estertores de la Bestia los ha percibido perfectamente todo Olot, y en el cielo olotino se hace visible, aún desgajado por el aire, su último aliento. Es la humareda de las explosiones y de la quema citadas. Porque a partir de ahora van a fustrarse incontables devastaciones y robos, de varias industrias y comercios, especialmente, entre aquellas la voladura de la cámara acorazada del Banco Hispano Americano. La voz que da gozosa, asomada a una ventana, una mujer del pueblo, anunciando que los nacionales ya están en Las Presas, ipso facto barre la horda sedienta de lo ajeno. Y librase el Cinema Ideal de la quema porque cuando los incendiarios bajan por la calle de san Rafael con latas de gasolina, de súbito escapan despavoridos, como el demonio de la Cruz, al divisar la bandera de España que flamea en el paseo de barcelona, por el que entran victoriosos en Olot los soldados de Franco. Pegando un brinco impetuoso e intrépido, las Gloriosas Fuerzas nacionales, que han salvado el fluviá por el puente, intacto, de San Roque, han acelerado la liberación de la ciudad para evitar la devastación de la barbarie.

 

Un grupo de ladrones penetraron en la iglesia conventual, forzaron el tabernáculo con sus manos sacrílegas y se llevaron las reliquias tachonadas con toda clase de piedras preciosas. Las monjas no pudieron impedir el atraco, pues ellas mismas se hallaban en una situación dificil: una turba de inválidos y tullidos, familiarizados ya con todos los rincones del convento a fuerza de recibir allí sus refecciones, invadió un día el hospital. Como las religiosas –que ya nada poseían- rechazaran sus amenazadores reclamos de alimentos, exigieron entonces entre groseras carcajadas, otro tipo de compensación. Como en un infernal aquelarre, la repulsiva multitud se fue acercando a las rastras de las infelices víctimas. Una de éstas, aún muy joven y hermosa, se lanzó a la ofensiva, sacándole un ojo a uno de los asaltantes con un certero golpe. En castigo fue atada a una cama de hierro y por su cuerpo desfiló una mostruosa caterva de criaturas cubiertas de sabandijas, con narices carcomidas, ojos purulentos, postemas grandes como puños y costras de sarna. En el curso de la violación, la desdichada religiosa perdió la razón primero y luego murió. Las otras monjas se sometieron dócilmente a su inescrutable destino: la única que no pasó la prueba fue la octogenaria superiora, sin duda a causa de sus ardientes plegarias.

______________________

El sacristán se descubre de pie ante el altar, en las sillas del coro. Cada vez que enciende las velas, su delgada figura aparece metida entre las columnas. Corre hacia ella. En el instante en que la alcanza, la imagen desaparece. Después de la misa ocurre lo mismo. La gente se ha ido, él apaga las velas y se ve andando entre las filas de bancos. Esa figura, él mismo, le causa tanto miedo que se derrumba llorando en los escalones del altar. Sin embargo, nunca habla de su experiencia. Ni siquiera a su mujer, que lleva años prostada en cama, le hace ninguna alusión. Y, sin embargo, no puede ocultarlo por completo. Todos notan un cambio. Ven cómo adelgaza más aún y, al jugar a las cartas comete errores que nadie comete. Por las tardes se encierra y lee periódicos atrasados que el cura deja para él, a intervalos, sobre el cofre del vestíbulo. Sólo ve a su mujer en las comidas, pero ella es como todas las mujeres; no  le hace notar el mal que él padece y, aunque no sabe qué es, trata de no recordárselo. El Domingo de Pascua ocurre que, de repente, esa figura, que reconoce cada vez más claramente como la suya propia, le da un golpe en la cabeza, derribándolo al suelo. Antes de que el primer feligrés entre en la Iglesia, consigue levantarse. En su cráneo descubre una mancha de sangre tibia. Tiene que vendarse la cabeza. El cura le pregunta qué le ha pasado y él responde: “Me he caído”. Que se ha resbalado, dice. Unos días después de Pascua, los fieles lo encuentran muerto, con la cabeza partida. Hasta hoy nadie sabe quién lo mató, porque nadie tiene la menor sospecha de otro ni de sí mismo.